“ Un espectáculo lleno de originalidad y de un elemental y bien elaborado trabajo de clown. Una función muy divertida, a ratos en grado superlativo. Living Costa Brava convierte en caricatura cuatro personajes (…), va entretejiendo con ellos un nudo de relaciones y construyendo un microcosmos en el que conviven con Snoopi, un quinto personaje que, aunque no tiene presencia escénica, es inteligentemente utilizado en ocasiones para alguno de los gags. (…) Elaboradísima puesta en escena, un ritmo muy bien medido, puertas que se abren y se cierran, personajes que aparecen y desaparecen con una precisión milimétrica, van dibujando una serie de situaciones llenas de comicidad, que no dan tregua al espectador y le arrastran a la risa incontenible. (…) Las escenas están planteadas con inteligencia, con gags que dan un magnífico resultado y conectan con claridad con el público.
Un gran trabajo actoral basado en el gesto, dibuja con precisión a los caricaturizados personajes, busca complicidad con el espectador y hace creíbles una situaciones cargadas de absurdo y de talento.
Heraldo de Aragón. Joaquin Melguizo. 5 setiembre 2008
Los sueños, la necesidad de buscarse la vida, las ganas de reír o llorar, de inventar y soñar, humanizan a los personajes y podemos ver en ellos, o a través de ellos, a un amigo, un familiar, un conocido, un vecino… ¡quizá a nosotros mismos!
Los cuatro ofrecen un divertidísimo espectáculo de humor, lejos del manido astracán y del chiste fácil. El humor de “Cascai Teatre” es puro surrealismo pasado por el tamiz de la inteligencia, del saber hacer, con ello consiguen que el espectador se pregunte a cada minuto, con sonrisa permanente, “¿qué harán ahora estos locos?”. Su trabajo es el resultado de una perfecta sincronía, entre otras cosas, con los efectos especiales, amén de la habilidad para hacer que al pulsar una palanca salte una botella o surja un chorrito de agua; y digo habilidad porque en escena no hay más recursos técnicos que las manos para conseguir los resultados por procedimientos puramente artesanales.
En resumen: Humor sin vulgaridad, humor inteligente. Una función que merece ser vista y aplaudida.
Salvador Enríquez . Noticias Teatrales Madrid. Octubre 2006
“ Tomàs ha sido capaz de encontrar su propia manera de hacer, basada en el teatro comico gestual, el humor absurdo y su inegable talento. Living Costa Brava es el ultimo espectaculo de la companyia, Cascai Teatre, una pieza donde, se muestran – y luego derivan hasta el humor absurdo – algunas situaciones que se producen en una reducida y peculiar comunidada de vecios. (...).
El ingenio de la companyia que aplica todos los recursos que ha trabajado con acierto en espect´´aculos anteriores, con encuetros interesantes, de entrada se demuestra con la escenografia: los vecinos del edificio entran y salen de unos armarios donde viven literalmente metidos, metafora de los apartamentos que se alquilan en verano en poblaciones de la costa.
El Punt. Dani Chicano. 21 de novembre de 2005
“ grandes dosis de comicidad y situaciones surrealistas”
Regió 7. Assumpta Pérez
“ Marcel Tomàs, excelente actor, con una expresividad verbal y (sobre todo) gestual excepcionales. (...) espectáculo simpático, entretenido y con momentos geniales, con una composición escénica original, atractiva y ágil, y con gags (sobre todo visuales) sobresalientes. “
Diari de Mallorca. Francesc Roger
Son cuatro. Cuatro energúmenos, tres chicos y una chica, que cohabitan en un conjunto residencial parecido a cajas de zapatos apiladas las unas sobre las otras, en una alegre cacofonía. Está el artista de calle, cantante de agua de rosa, al que le gustaría dormir tranquilamente. Está el joven juerguista, que vive al ritmo del techno, se divierte haciendo petar su moto a todo final de campo, y no parece hacer nada más en su vida, a parte de reír estúpidamente. Está el simplón, que pone todo su corazón a querer reparar la caldera e instalaciones, a pesar de la sensatez. Está la maníaco-depresiva del piso, muy a vuelta provocadora o histérica, que querría que el mundo girara entorno a ella, pero no es capaz ni siquiera de controlar a su perro. Ah sí, claro está también Snoopy. Cómo iba a olvidarlo, el malévolo imbécil insomne…
Todo este microcosmo reunido bajo el mismo techo, solo puede estallar. Y estalla, inevitablemente. Una avalancha de gags, un festival de sketg una escalada de efectos de manga…
Sólo el cantante parece que tenga la cabeza sobre los hombros, pero perderá rápidamente su talante al intentar inculcar a sus vecinos las normas elementales de vivir en comunidad.
Cuando la compañía de Girona se pone en movimiento, no hay necesidad de comprender el catalán. Sobre todo teniendo en cuenta que hay una buena dosis de improvisación. Se ríe de todo, tanto de las situaciones como de los efectos especiales, y se nivela todo al ver la felicidad que comparten los cuatro protagonistas sobre el escenario. ¡Un verdadero momento de distensión, beneficioso como una cura de juventud!
L’Independant. 30 juillet 2006